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Denominación de
Origen

Bajar

«PARCS NATURALS DE LA COMUNITAT»

Valencia tierra
de arrozales

El cultivo del arroz tiene una gran importancia económica, ecológica y paisajística. Trabajamos cada día para que La Albufera siga conservando su esencia y biodiversidad.

Arroz Dacsa empezó a trabajar la tierra de manera sostenible con la concienciación de lo que supone trabajar en un entorno protegido como es el Marjal. El Marjal, es una parte fundamental de La Albufera que comprende más de 14.000 hectáreas dentro del Parque Natural, todas ellas dedicadas al cultivo de arroz, un cultivo potencialmente compatible con la conservación de este único entorno natural.

El cambiante paisaje de La Albufera a lo largo del año se debe en gran parte a las fases en el cultivo del arroz: verdes en verano, azules en invierno y marrones en las fases en que la tierra queda al descubierto.

UNAS CONDICIONES IDÓNEAS PARA LOS ARROZALES

La Albufera, un
ecosistema único

El Parque Natural de La Albufera de Valencia, con 21.000 hectáreas de superficie, es uno de los humedales más importantes de Europa y un ejemplo de la interacción hombre/naturaleza. Cuidar y respetar este entorno de gran valor natural es nuestra meta.

La Albufera es
un espacio vivo
¡Descúbrelo!

UN PRODUCTO SANO Y NATURAL

Cultivo tradicional
del arroz

En el pasado, el cultivo tradicional del arroz abarcaba un año completo. Actualmente, su cultivo en los campos valencianos comienza en enero (cuando la tierra se prepara para la siembra “fangueo”) y se cierra en el mes de octubre con la cosecha. A principios de año se vacían los campos de agua y se ara el fango mezclándolo con la paja sobrante de los arrozales del año anterior. A continuación de marzo a abril se trabajan las tierras, arándolas y dejando que se seque al sol. En mayo, se procede al abonado de los campos dejándolos preparados para la posterior inundación quedando listos para la siembra.

Hoy en día, la siembra es directa, las semillas se lanzan al campo ya inundado. Los granos de arroz se depositan en sacos sobre el agua durante unas 24/48 horas, lo que permite que estos granos se embeban en agua y pesen, lo que hará qué al lanzar las semillas al agua, estas no floten y se vayan al fondo donde podrán enraizar. Durante la mayor parte del cultivo del arroz los campos están continuamente en una recirculación del agua, evitando que esta se quede estancada y pudiera empeorar su calidad. A lo largo del verano, la planta va cogiendo su tamaño y se vuelve más rígida debido al creciente peso de los granos de arroz. La caña proporciona una espiga verdosa que al madurar se teñirá de un amarillo dorado hasta conseguir su punto óptimo. En los meses de septiembre y octubre, dependiendo de la variedad del arroz las espigas ya han alcanzado el tamaño y la maduración deseados, es el momento del vaciado del agua de los terrenos y seguidamente comienza la cosecha de nuestro preciado cereal.

La recolección se realiza de forma mecanizada, con cosechadoras que a parte de segar el arroz lo desgranan dejándolo listo para su posterior almacenamiento. El arroz cáscara se traslada a los almacenes donde es sometido a una primera selección y clasificación. Disponemos de un entorno privilegiado enclavado en un parque natural, que combina las máximas exigencias de seguridad alimentaria y unas instalaciones con las más modernas tecnologías de elaboración. Por todo ello, podemos asegurar la calidad, la trazabilidad y ofrecer un producto sano y natural.

La conservación es
responsabilidad de todos